Otra vez Onán sediento
por Antonio Alonso Catalán
lunes, 12 de octubre de 2020
& sometimes
your hand
is all you have
to hold
yourself to this
world...
OCEAN VUONG
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Recordarte esta noche, quién eres
sino la sed de los cántaros, quién
sino la capa de sal que reposa en los párpados del muerto.
Procesiones de máscaras en llamas
en mis criaderos de ceniza
surcan esta noche.
Si pudiera evocarte,
esquivo pez que estrujado se dispara
como la cuerda del violín en pizzicato,
sabría en qué se parecen
los aullidos nocturnos de los perros sinfónicos
y los líquidos estoques del delfín,
diría tu nombre sonámbulo
y no mi mano asediaría los asfodelos.
Cruje un nombre la madera de la cama,
el mar de las sábanas ya funde los fanales,
se me escaman los lúbricos bajeles
y aún no sé tu nombre ni tu cuerpo;
no mareas: salinas de las sábanas,
dunas de papel, ya hojas en blanco
ante la tinta si aprieta aun los pistilos
la mano que en fricción desgarra pétalos.
Evocarte esta noche, ya mi cuerpo,
náufrago sediento, pararrayos
donde los mirlos sacralizan a sus presas.
Si las gotas dibujan un rostro en la ventana,
una máscara derretida, un pez de cera efímera
si el violín se quiebra en plena nota
y la lluvia acompasa los ladridos,
el nacarado aliento de la luna
aliviará mi sed con pizcas de rocío.
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