top of page

Intimidades mexicanas: el rol de la mujer en el cine de Jaime Humberto Hermosillo

por Jesica Croda Alvarado

miércoles, 1 de septiembre de 2021

 

Durante los años 60 e inicios de los 70, las naciones modernas iniciaron una etapa coyuntural cargada de ideologías y visiones en plena búsqueda transformadora. En México y el resto del mundo, la agitación social, liderada en gran parte por jóvenes nacidos en el periodo de posguerra, exigían dinámicas libertarias. Conceptos tales como el hogar, la familia, la sexualidad, entre otros, comienzan a repensarse con mayor desenfado. El surgimiento de la pastilla anticonceptiva, la contracultura, (los denominados hippies), la ideología del amor libre, la vida en comuna y un quehacer totalmente opuesto a las convenciones exigidas por la sociedad de aquel momento, representaron una de las fases más relevantes del mundo contemporáneo. 

​

La voz femenina emprende de igual manera una etapa emancipadora, catalogada por varias autoras como el feminismo de la segunda ola. La apropiación de diversos espacios y movilizaciones en contra de múltiples ideologías, las colocó en el foco público; el cuerpo y su proceder sexual, la lucha por la igualdad de género, el acceso al mercado laboral, marcaron un parteaguas en las dinámicas de pensamiento y representación en las mujeres. Simultáneamente, expresiones artísticas, entre ellas el cine, se movilizaban siendo agente directo de los cuestionamientos suscitados, no sólo a nivel estético o social, sino individual. “La sexualidad comienza a concurrir la pantalla cinematográfica con mayor desenvoltura y creatividad. El erotismo y el desnudo se hacen presentes de diversas formas en géneros como los nudies americanos, las películas alemanas de doctores, el sexy music hall italiano y las películas sexys francesas” (Lemus. p. 161).

​

La obra de Jaime Humberto Hermosillo (1942), particularmente, La verdadera vocación de Magdalena (1972), La pasión según Berenice (1976) y posteriormente Amor libre (1979) son representaciones fílmicas que se insertaron dentro de los cambios socioculturales mencionados. Desarrollándose en una época donde el cine de ficheras ganaba cada día mayor popularidad y la producción cinematográfica en México vivía un estancamiento creativo. Hermosillo, hidrocálido de nacimiento, es conocido por retratar, criticar, y por momentos, ridiculizar la hipocresía o “doble moral” de la sociedad mexicana. Durante su fase inicial como director, en los años setenta, las mujeres fueron su objeto principal de representación, para seguidamente indagar el tema de la homosexualidad. En el tratamiento de sus largometrajes, el hogar es uno de los ejes clave donde se entretejen cuestionamientos, temas tabúes, alrededor de situaciones y personajes: ¿Cómo somos y nos comportamos tras cuatro paredes? ¿Qué hay detrás de la madre abnegada, la hija, esposa o el amante, padre de familia?

​

En las tres películas mencionadas, el cineasta nos muestra arquetipos representativos del cine mexicano, aunque con características ajustadas a la época: La figura maternal, personificada por la madre o madrina ultracatólica, hogareña, dueña de las “buenas” costumbres. El interés amoroso de las protagonistas; hombres aventureros, descomprometidos, incluso casados, con cierta indiferencia emocional, aunque reiteradamente sexuales. Machos contemporáneos. Y las mujeres, jóvenes, bellas, expectantes de libertad y erotismo, pero viviendo de por medio con la madre o los hombres, ajustándose a su condición predestinada de hija, esposa o amante. 

​

11908-C.jpg

La verdadera vocación de Magdalena, Dir. Jaime Humberto Hermosillo, Cinematográfica Marco Polo S.A. 1972, fílmico.

​

El cine, según Julia Tuñón, en la mayoría de los casos legitima los esquemas presentes en una sociedad. En la obra de Hermosillo observamos permanentemente una disociación entre lo público y lo privado, lo colectivo y lo individual. Esa dinámica experimentada por el propio cineasta, proveniente de una familia conservadora en provincia, lo llevó a retratar con familiaridad complejos fenómenos relativos a la moral y a la sexualidad del mexicano. Sin embargo, la estructura del hogar se plantea de maneras muy diversas entre hombres y mujeres, haciendo que ellas libren una lucha constante entre sus deseos y el deber ser, mientras ellos eligen con naturalidad, desde una posición prominente.    

​

Dentro de las viviendas de las tres protagonistas observamos el pleno desarrollo de sus acciones, siendo Amor libre, la cúspide de la desenvoltura femenina, pero no acabando de coincidir en su interpretación. El caso de Berenice, sea, quizá, el más complejo de los tres roles: huérfana, viuda y asesina. Para el contexto del cine mexicano, en especial hasta esa etapa de su producción e historiografía, la mujer había jugado un rol secundario, menospreciada ante la mirada masculina. “Pasiva, secreta, insondable, depositaria de mitos y valores, la mujer es para el hombre ese ser misterioso al que hay que adorar, zaherir o castigar para poder apropiársela, aunque sea por momentos”. (Tuñón, p. 244). 

​

El hogar tanto público como privado de los personajes, reafirma ese misterio, pasividad y dolor, característico de la feminidad en el cine nacional.  Los espacios habitados son fuente de información para el espectador. No obstante, el desarrollo de estos filmes resulta complejo, satírico, donde por momentos observamos a una Berenice callada, obediente, devota, al cuidado de su madrina, pero dibujando penes en un baño público, faltando a sus clases para encontrarse con su amante. O a las amigas July y Julia, viviendo solas, explorando su sexualidad con total manejo de su cuerpo. O a Magdalena optando por su carrera profesional, en vez del matrimonio. Hermosillo hace evidente la coyuntura social y a pesar de las circunstancias, no victimiza a estas mujeres, sino las dota de un dominio y un actuar, hasta ese momento, exclusivo de los intérpretes varones. 

​

ertyg-6.webp

La pasión según Berenice, Dir. Jaime Humberto Hermosillo, Conacine y Directores Asociados, S. A. 1976.

 

Mientras las "ficheras" o "rumberas" son mujeres dedicadas a la vida nocturna, a la sexualidad consensuada, a construir mediante el erotismo su profesión; las protagonistas Berenice O July, son mujeres comunes, de la vida diaria, quienes, por reglamento social, deben llevar una doble vida. Esconder su placer, aunque esto no sugiera suprimirlo del todo. En dichas cintas cinematográficas, las mujeres resultan responsables de sus acciones, sin ser castigadas directamente por sus devaneos sexuales, como anteriormente se representó en Santa (1936), las mismas ficheras o el cine negro de las femme fatale ( Personajes femeninos los cuales utilizan su sexualidad o técnicas de seducción para lograr sus objetivos). El lenguaje simbólico de estos contenidos visuales, crearon personajes ofuscados, vanidosos y lujuriosos, con el fin de enviar advertencias hacía aquellas féminas ansiosas de liberación. Tales decisiones las conducían a consecuencias desastrosas “sin hijos, bellas, con galanes y los detonantes del cigarrillo y el alcohol las mujeres están perdidas” (247). 

​

Ambos géneros sufren las mismas ataduras colectivas, sermoneados y reprimidos por las instituciones. Sin embargo, párrafos atrás se abordaba el proceder de las protagonistas y su constante encrucijada vital, disgregando completamente de la cotidianeidad expuesta. Desde el contexto sociopolítico, el feminismo ganaba fuerza en los setentas, pero en México se encontraba depreciado junto con otros movimientos sociales. Las mujeres retratadas; clase media, locales, de provincia, sin la globalización o el acceso a la información gozada actualmente, ¿Cómo tendrían acercamiento a estas ideologías? ¿Realmente el hogar y sus dinámicas femeninas se llevarían a cabo de formas tan determinantes?  Pareciera, más bien, una representación idealizada del posible femenino, ya que ellas actúan en referencia al quehacer masculino, un quehacer, de igual manera, moldeado. El sexo sin tabú y sin compromiso, forman parte de una fabricación ensoñada, utilizada muy a menudo en el medio cinematográfico durante la época, ya que la sociedad no pretendía desarraigarse con facilidad de las costumbres establecidas. ¿Hermosillo buscaba reeducar de manera “nueva” al público joven? O ¿Su cine era el reflejo estereotipado de la sociedad mexicana contemporánea? Es un ejercicio interesante sobre nuestro imaginario y la realidad, lo que nos contamos y nuestras verdaderas acciones, para algunos adelantado a su época, para otros pretencioso y sin fundamentos, aunque llamativo para análisis de estudio, más allá del lenguaje técnico. Como diría Berenice “¿Conocer Europa con un sueldito de maestra? Pero algún día iré y a Oriente y Africa, soñar no cuesta nada.”

​

Amor libre.jpg

Amor libre, Dir. Jaime Humberto Hermosillo, Conacine, 1978, fílmico.

​

El cine se convirtió en testigo y exponente de la construcción social desde sus inicios, siendo hacía la segunda mitad del siglo XX su momento de gran auge. Los cineastas tuvieron la posibilidad de plasmar su intencionalidad, quizá no con una visión sociológica o incluyente de los diversos idearios, pero sí vinculada con las preocupaciones de su tiempo. El hogar simbólico ideado por Hermosillo, así como sus dinámicas en torno a este, se volvieron muestras de inquietud social, de continua contradicción mexicana, las cuales, obedecieron a patrones que aún hoy identifican a la sociedad contemporánea. A través del acercamiento al círculo íntimo, popular, de los personajes se hace visible para el espectador la posibilidad de encarar nuevas formas de entretenimiento y representación. 

​

Las obras descritas a lo largo del texto, son un ejemplo de cómo se construye un imaginario donde, al final, la realidad termina superando la ficción, sin incluir juicios desde la moral. Aunque pareciéramos alejados de aquella sociedad de hace cuarenta o cincuenta años, vivimos nuevamente un momento histórico, coyuntural, único, lleno de transformaciones políticas, culturales, económicas y de salud pública. Somos consumidores de contenido mucho más ávidos que hace unas décadas ¿Hasta qué punto se renovarán nuestras representaciones o estereotipos en el cine o televisión? Sólo queda por decir que los largometrajes recrean una historia íntima en tiempos fragmentados, en donde se pretende reforzar el concepto “libertad” frente a la rendición.  

​

​

Bibliografía 

“Filmografía mexicana”, Filmoteca UNAM, web, 12 ene. 2021. <http://www.filmografiamexicana.unam.mx>

Lemus, Violeta, “Erotismo, sexualidad e iconografía en el cine mexicano de Ficheras de los años 1970” América cahiers du criccal, vol 2, 2015: 161-168. Digital. 

Rémond, René, El siglo XX, Publicaciones cruz S.A, 2003.  

Tuñón, Julia, Mujeres de luz y sombra en el cine mexicano (La construcción de una imagen 1939-1952), El colegio de México, 1998. 

​

​

bottom of page