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Obra de Georgina Solares

por Regina Checa

miércoles, 29 de diciembre de 2021

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Autor:  Georgina Solares 

Título: XII (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: I (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: III (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: XII (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: VII (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: X (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

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Autor:  Georgina Solares 

Título: XVI (Sin título)
Técnica: Técnica mixta

Año: 2020

Sobre la obra de Georgina Solares

 

 

La construcción de nuestro pasado se basa en las cosas que nos definieron en algún momento u otro de nuestras vidas: cómo estaba constituida nuestra familia, nuestro peluche favorito, la sudadera que adorábamos por lo cómoda que era. Nos construyen cada uno de los momentos felices, pero también los malos momentos por los que tuvimos que pasar. Enfrentarnos y recordar las cosas que nos hirieron, crear a partir de todos los momentos de destrucción que sufrimos para estar vivxs hoy. Georgina Solares se arma de estas heridas de la memoria, haciéndose con aquello que queda de su infancia y la de otrxs niñxs, otras “familias que quizá ya no existen o la suya” para presentarnos esta serie de intervenciones artísticas que transitan entre el collage, el bordado y la pintura, entregándonos así piezas únicas que nos narran su dolor.

 

Las intervenciones de Solares nacen a partir de fotografías familiares que le sirven para construir las narrativas violentas que suelen rodear a lxs infantes pero que los adultos o ignoran o propician. Encontramos suturas casi invisibles y gruesos bordados que nos llevan a transitar entre los distintos tipos de heridas que todxs llevamos dentro. Además, la concatenación de materiales crea una disonancia perfecta, la cual nos lleva a sentir las piezas sin necesidad de tocarlas. Es esta transmaterialidad la que genera una experiencia que va mucho más allá de lo visual. Los referentes culturales como la Virgen María, las niñas con cara de muñeca, el corazón anatómicamente correcto que relacionamos tanto con la lotería como con las pinturas de Frida Kahlo…

 

Todo esto se ve deformado por la realidad, los vemos cómo son borrados, cómo lloran sangre y cómo han sido encarcelados en latas de atún, creando un tapiz deshilachado de lo que se encuentra en el hogar de una familia mexicana.

 

En la obra de Solares lo que más llama la atención es la deformación de los rostros en las fotografías familiares, siendo tapados con costuras, con pintura o con quemaduras, como si toda existencia de un núcleo familiar tendiera a desaparecer por las mentiras en las que éste se construye. Las fotos, sean estas modernas o antiguas, a color o en blanco y negro, están todas intervenidas para dejar irreconocibles a sus ocupantes. Ellxs, des-carados, han perdido la facultad de permanecer en la memoria tanto de quien creo las piezas como de quien se detiene a observarlas.

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Sobre la artista...

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Georgina Solares (Pachuca, Hidalgo, 1999) es una artista visual que, desde la intimidad, aborda el sufrimiento, enfocándose en el abuso sexual infantil y sus repercusiones a nivel personal. Adoptó el concepto de ‘’catarsis’’ como ‘’motto’’, apostando por el carácter terapéutico del trabajo creativo (al que ve como un posible catalizador de la sanación), valiéndose de este para curar aquellas ‘’heridas invisibles’’ de una infancia violentada. A través de técnicas que van del collage textil y de papel, el bordado, dibujo, pintura y poesía, Solares revela ‘’dinamismo’’ y ‘’polimorfia’’; la constante pesquisa de comunicar, mediante su trabajo, su verdad; las imágenes como ‘’denuncia autobiográfica’’ y como ‘’proyección de sus pasiones y dolores insólitos’’. Dentro del realismo habita un dejo latente de abstracción, pues Solares cree que la expresión no es exclusiva de ‘’lo figurativo’’, porque las cualidades matéricas de las distintas técnicas pueden explotarse de diferentes maneras, aproximándose a sus ‘’sentires intensos, caóticos, ambivalentes y brutos’’.

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Su producción se caracteriza por la intervención de fotografías familiares —pudiendo haberles pertenecido a ‘’familias que quizás ya no existen’’, o a la suya—. Dichas imágenes abrazan la posibilidad de ampliar su contexto, o de ser dotadas de discursos diferentes. Al asirlas a la tela (que remite a una ‘’segunda piel’’) conjugada con el bordado (cuya función es la de ‘’zurcir y conectar’’, asemejando ‘’cicatrices o heridas aún abiertas’’), los arquetipos de ‘’la familia’’ y ‘’la
infancia’’ se convierten en una denuncia, algo que duele y que contiene en sí ‘’poridades atroces y pactos sanguíneos’’ que, de cierta manera, nos comprometen al silencio. El proceso creativo de Solares está suscrito a la develación de memorias suprimidas en el inconsciente, surgidas durante sesiones psicoterapéuticas. Para proyectarlas, se vale del carácter casi inmediato del collage permitiendo a su intuición, sentimientos y emociones tomar las riendas de lo que está sucediendo materialmente, con un diálogo interno que susurra la historia detrás de la imagen.

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