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Casas vacías (2018)

por Paula Ortiz Ayala

lunes, 28 de junio de 2021

«Todos, todos incluídos, parloteaban y se oían a sí mismos mientras nosotras mirábamos confundidas e impávidas, porque eso era lo que había que hacer: ser las casas vacías para albergar la vida o la muerte, pero al fin y al cabo vacías.»

-Brenda Navarro

 

Una de las primeras ideas que vienen a la mente cuando pensamos en una casa es la de una familia feliz que habita en su interior. Imágenes de niñxs creciendo en este espacio, generando recuerdos y construyendo sus identidades de la mano de sus madres y padres. ¿Qué sucede cuando el elemento fundamental del concepto “familia” es removido de la imagen? ¿Cómo se vive después de la desaparición de unx hijx? ¿Qué pasa cuando una casa se queda vacía?

Brenda Navarro, escritora, socióloga y economista mexicana nacida en 1982 reflexiona en torno la ola de desapariciones que ha azotado al país en las últimas décadas desde la mirada de una maternidad que ha perdido el elemento fundamental de su ecuación: unx hijx.

Casas vacías (2018) narra la desaparición de Daniel/Leonel, un pequeño niño dentro del espectro autista nombrado dos veces: primero por su madre, y después por la mujer que lo alejó de ella. En esta obra las voces de una madre que no quería serlo, atormentada por la desaparición de su hijo y por la existencia de una hija que no eligió; y de otra mujer, bastante menos privilegiada que la primera, quien deposita toda su esperanza por un futuro mejor en la idea de la maternidad, crean un espacio donde lx lectorx experimentará junto a ellas las distintas formas de perder: la ausencia, la muerte, y la disolución del yo en la categoría “madre”.

 

La obra explora el hueco insondable que dejan lxs desaparecidxs en aquellxs quienes les buscan. Mediante la división de la obra en tres partes acompañadas de epígrafes de Wisława Szymborska, y el contraste entre las voces de sus protagonistas, Navarro nos muestra dos caras de la maternidad atravesadas por la única flecha del dolor latente, y de la profunda desconexión con la realidad de quien ama a alguien que está desaparecidx. En un mundo donde las mujeres son reducidas al producto de su maternidad, a las expectativas sociales en torno a ella y las disonancias con el propio ejercicio, ¿qué sucede con una madre que pierde a su hijx?

 

Casas vacías hilvana las vidas de dos mujeres en apariencia opuestas quienes habitan un mundo que erradica la individualidad del sujeto que materna. En una vorágine de culpa, arrepentimiento, soledad y dolor ,la novela contrapone dos formas diametralmente diferentes de vivir el duelo de una desaparición desde una perspectiva tan mordaz como acertada, incapaz de permitir que a lx lectorx olvidar que, después de la catástrofe, lo único que nos queda es el vacío.

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