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buscar una casa

sábado, 12 de junio de 2021

por Alejandra Anzorena

 

Voces indistintas. Muchos pies. Muchas manos revoloteando. Llanto, risas. Una maleta y Una muchacha. Una luz que viene y se va.

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Una muchacha: El peso de las palabras es lo que me hace engordar. Ya me di cuenta, no es lo que como, es lo que digo. En ese momento yo pesaba unas pocas palabras, pero sabía que cuando saliera por la puerta de madera probablemente mi peso variaría. No estaba tan preocupada porque sabía que no era la ropa que llevaba lo que me pesaba, ni los libros, ni mi poca ropa interior, ni dejar mis recuerdos, ni terminar con mi novio, ni dejar mi cama, ni decirle adiós a mamá, papá, Gabriel, Juanito o al Tsuru. Lo que pesaba era una imagen que no era la mía, no del todo, no así. Me sentía desbalanceada, como anímica. Entonces decidí informarme y buscar cosas que me hicieran sentir saludable.

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Una muchacha con labios muy rojos, con una sonrisa forzada, muchas maletas, muchos cuerpos, mucho ruido, en inglés, en español, muchas manos. Muchas identificaciones.

 

Una muchacha con labios muy rojos: Identificación

Una muchacha: Una ciudad nueva.

Una muchacha con labios muy rojos: ¿A dónde viaja?

Una muchacha: Un acento nuevo.

Una muchacha con labios muy rojos: ¿Cuántas personas?

Una muchacha: Una familia que no conozco.

Una muchacha con labios muy rojos: ¿Va a documentar?

Una muchacha: Un motivo para irme.

Una maleta: La realidad es que no tengo destino. Sé que suena fatalista, pero es la verdad.

Una muchacha: Es gozoso perderte. Encuentras la delicia de lo inestable y te separas, te quiebras, te desgajas, te fracturas, te vuelves aserrín. Juegas con tus sonidos, disparas sin ver, comes sin masticar, respiras tapándote la nariz, mueres un poquito.

Una voz que no sabemos si es grabada o en vivo porque nunca se le escapa un suspiro: Pasajeros con destino al paraíso paradisiaco. Pasajeros con destino al lugar que les vendieron como lugar sin preocupaciones. Sépalo que las preocupaciones se van con usted no importa a dónde vaya. Favor de abordar por la puerta 23.

 

Una muchacha sentada en la taza del baño.

 

Una muchacha: Morir es regenerar. Yo soy mexicana y para mí la muerte es una compañera de todos los días.

 

Una muchacha actuando que se está lavando las manos con jabón, aunque realmente no hay jabón. Sale y compra una botella de agua, paga el triple de lo que realmente cuesta, en su rostro no hay descontento, pero en su cabeza sí. Una cajera y Una muchacha pretendiendo que lo que está pasando no es una tontería.

 

Una cajera: Gracias que tenga un buen día.

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Una muchacha: Gracias a ti, bonito día.

 

Una muchacha, con una maleta y una mochila, sentada en el piso. Mucha gente haciendo fila. Una muchacha con una maleta y una mochila. Una familia con cajas de cartón. Una muchacha entre cajas de cartón. Una niña sentada entre cajas de cartón.

 

Una niña: Por este lado la cocina, por aquí la cama pegada a la ventana para que nos dé el sol, aquí mi ropita, un sillón verde limón.

Una muchacha: Sí, soy la chica que llamó ayer por lo del departamento. ¿Sigue disponible? ¿Está amueblado? Ah, ok, es baño compartido entonces. Ok, no lo que pasa es que me había dicho que sería un baño propio. No, sí, está bien. ¿Cuánto? Lo que pasa es que yo pensaba que era baño propio. No sí, sí me interesa, pero lo vería a las… Lo que pasa es que estoy en el aeropuerto. Sí, yo marco. Gracias.

 

Una niña se pinta la mano con pluma. Una niña dibuja líneas en su mano.

 

Una muchacha: ¿Qué haces?

Una niña: Estoy dibujándome.

Una muchacha: ¿Cómo?

Una madre primeriza: Antonieta, ¿qué te dije de que te separas de mí? Te estoy buscando, ya llamé a la policía porque no te encontraba. ¿Por qué te separas?

 

Golpe. Llanto de Una niña.

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Una madre primeriza: Suelta eso, quién sabe de quién es. ¿Quién te rayó? Vámonos que es tardísimo y nos están esperando, no cierran el vuelo por nosotras. ¿No que querías irte ya a la casa? Si perdemos el avión no vamos a llegar a la casa hoy en la noche, eh. Deja de llorar.

Una voz que no sabemos si es grabada o en vivo porque nunca se le escapa un suspiro: Passengers to flight four, three, two, seven, please aboard immediately through door five, four.

 

Una muchacha se levanta y hace fila. Muchos cuerpos, mucho ruido, muchos olores, muchas manos.

 

Un hombre: (Sin parpadear) ¿Tendrá su identificación?

Una muchacha: ¿Mi identificación?

Un hombre: (Sin parpadear) ¿Cómo la dejaron pasar por seguridad?

Una muchacha: Me dejaron pasar.

Un hombre: (Sin parpadear) Sin identificación no la puedo dejar volar.

Una muchacha: Creo que la perdí, creo que se me cayó, la tenía aquí, no la tengo. Se va la luz, gritos, revoloteo. Llega la luz.

Un hombre: (Sin parpadear) Pásale.

Una muchacha: Se dio cuenta. Se dio cuenta de las líneas en mi cuerpo. Soy mi propio mapa. Tengo líneas en mi cuerpo.

Muchacha con maquillaje perfecto: Bienvenida, ¿cómo se encuentra?

Una muchacha: ¿Cómo?

Muchacha con maquillaje perfecto: ¿Qué asiento tiene? Veinticinco ce. ¿Desea cambiar por un asiento más cómodo como el asiento de salida de emergencia?

Una muchacha: Me vendría bien. Sí, sí está bien.

 

Muchos cuerpos. Nadie a lado. Muchas cabezas. Mucho ruido. Nadie a lado.

 

Persona que no recuerdo su cara: Hola.

Una muchacha: Hola.

Persona que no recuerdo su cara: ¿Vas de vacaciones?

Una muchacha: No, no creo.

Persona que no recuerdo su cara: Yo tampoco. ¿A qué vas?

Mamá de la muchacha: ¿A qué vas?

Una muchacha: No sé, pero me voy.

Mamá de la muchacha: ¿Para qué?

Una muchacha: Para habitar otros espacios. La mudanza también requiere habitar. Habitar significa dejar huellas. Quizá lo que me gusta de la idea de mudarme, es que así puedo voltear hacia atrás y también encontrarme. El mundo me parece inalcanzable, no me quiero cansar de mudar. Me gusta que haya muerte en mi cuerpo todos los días, me gusta no ser la misma todos los días. No me vayas a dejar al aeropuerto, me voy sola. No me gusta decir adiós. Quiero desconocer la familiaridad. La mudanza también es incomodidad, es vacío, es entrar a lo desconocido, mudarse es no saber qué sigue. Entonces no sé qué decirte.

Mamá de la muchacha: ¿Cuándo te vas?

Una muchacha: Si todo sale bien, en tres meses.

Mamá de la muchacha: ¿Qué vas a hacer con todas tus cosas?

Una muchacha: Me voy a llevar las que más se parezcan a mí.

 

Una muchacha sonríe. Persona que no recuerdo su cara sonríe, se acomoda en su asiento y se pone su antifaz. El avión despega.

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